Historia

La Asociación para el Sistema de Coros y Orquestas, SICOR, nace el 6 de octubre de 2004 como una Asociación civil sin fines de lucro, con personería jurídica No. 358/2004, bajo la dirección general de D. Rubén Darío Suárez Arana. La misma surge ante la necesidad de continuar con el trabajo iniciado en 1996, cuando D. Rubén Darío Suárez Arana, recién regresado de Venezuela donde trabajó durante años con las orquestas juveniles, crea el coro y la orquesta de Urubichá, agrupación que nació y se hizo famosa en el I Festival de Música Barroca y Renacentista Americana «Misiones Chiquitos», llevado a cabo en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia). Rápidamente se convirtió en un modelo de trabajo musical y gestión social, brindando a sus integrantes indígenas del oriente la posibilidad de pertenecer a un grupo de fama internacional.

Pero esa misma idea y metodología de enseñanza que se empleó durante esos tres meses de formación se ha aplicado en cada aula desde aquél entonces. “Rubén Darío siguió con su sueño viendo que las orquestas podían no sólo funcionar en el oriente Boliviano pero superar todas las barreras de exclusión, pobreza, problemas sociales y la carencia de una cultura de música clásica o pedagogía musical, sólo una historia de sus antepasados de la música barroca. Lo único que quedaba era lo que tocaban los abuelitos en las misas con sus violines, pero hasta eso se estaba perdiendo en muchos pueblos” (Wigginton, pg. v).

De Urubichá, Rubén llevo el Sistema con alumnos avanzados a plantear orquestas por todas partes. En 1997 se forma la orquesta en el Plan 3000 en Santa Cruz de la Sierra con la iglesia Hombres Nuevos y con la ayuda de Arturo Molina. El trabajo de la Chiquitania empieza en Santa Ana de Velasco en 1998, luego en San Ignacio de Velasco, San José de Chiquitos, San Antonio de Lomerio, Concepción, Porongo, Santiago de Chiquitos y San Rafael de Velasco. Actualmente hay 22 coros y orquestas en distintos pueblos, comunidades y barrios del departamento de Santa Cruz. En los últimos años el Sistema se ha ido progresando. Al fin con el trabajo realizado hace poco en Santa Ana y en el Plan 3000, con el apoyo del Fundación Stromme, el Sistema ha podido implementar un aspecto más de la enseñanza de música.  No solo preocuparse de las tres horas al día cuando el/la alumno/a esta en los ensayos sino también las 21 horas cuando no esta participando con la música. Una formación musical siempre debería englobar toda la formación de un joven, no solo el aspecto musical. Esto es donde entra su misión: “Potenciar el desarrollo personal y el fortalecimiento familiar de niños, niñas y jóvenes a través de una metodología diferente y cautivadora de formación musical e integral, promoviendo el reconocimiento de sus habilidades para mejorar su calidad de vida.”

El Sistema prometa a velar por los niños, niñas y jóvenes para que se mantenga bien en su colegio, que no tengan problemas en su hogar, que los padres se involucran en la vida musical de sus hijos, que el/la alumno/a este de bien salud y también que los alumnos y alumnas pueden trabajar en grupos, que pueden acrecentar su talento y que se enamoren con la música. Esto es el labor del SICOR.

 

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